El oficialismo de México se encuentra en una situación de doble juego, donde el presidente Andrés Manuel López Obrador busca posicionar su plataforma en las campañas del Congreso y al mismo tiempo, modificar la estructura del poder judicial para someterlo al ejecutivo y borrar la existencia de los órganos autónomos.
A su vez, el paquete de veinte reformas que presentó el mandatario incluye desde cambios legales, reformas electorales, derechos indígenas, salarios dignos, atención médica gratuita universal, hasta una modificación al sistema de pensiones para que trabajadores y empleados puedan jubilarse con salario completo.
El hecho es que esta última reforma podría ser considerada irresponsable por su impacto negativo en el panorama financiero del país y el posible aumento en el costo del servicio de la deuda además de la amenaza de perder el grado de inversión.
El PRI y el PAN, a pesar de estar conscientes de la irresponsabilidad de la propuesta, votarán a favor en época electoral con la condicional de que explique cómo y con qué recursos van a ser financiados los gastos que implica.
Además, la animadversión del presidente López Obrador hacia la ministra presidenta de la SCJN, Norma Piña fue evidente en la ceremonia del 107 aniversario de la Constitución, dejando a Luisa María Alcalde, titular de Gobernación representándolo en el evento.
La Constitución mexicana ha sido modificada en 764 ocasiones mediante la publicación de 252 decretos de reforma, siendo López Obrador el presidente que más la ha reformado con 23 medidas que modificaron varios artículos durante su sexenio.
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